jueves, 10 de marzo de 2011

'Stairway to Heaven' de Led Zeppelin cumple 40 años"

Hace unos días, más concretamente el 5 de marzo, la mítica canción ‘Stairway to Heaven’ cumplió cuarenta años. Aunque su lanzamiento físico no tendría lugar hasta la llegada del cuarto álbum de Led Zeppelin, en noviembre del 71, la primera presentación en público del tema tuvo lugar unos meses antes en el Ulster Hall de Belfast.




Cuenta el bajista y teclista John Paul Jones que la primera recepción del público fue bastante apática, pues los asistentes a aquel concierto celebrado en la capital norirlandesa se aburrían y querían escuchar material que ya conocieran. Desde luego, no eran conscientes de que estaban asistiendo a un pedazo de historia del rock. Con la presentación del tema en radio unas semanas después empezó a hacerse más popular, tanto que a partir de ahí se convirtió en un imprescindible en todas las actuaciones del grupo británico.



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A tal punto llegó la cosa que Robert Plant terminó por mostrarse cansado de tanto cantarla cuando el grupo se disolvió a principios de los 80. También en radio hemos tenido ‘Stairway to Heaven’ hasta hartar, pues se estima que es la canción más veces emitida por las ondas hertzianas en la historia, siendo además la partitura de rock más vendida de todos los tiempos. Ni el guitarrista Jimmy Page se esperaba algo así:



“Sabía que era buena, pero no podía esperar que se convirtiera casi en un himno… Lo que sí tenía claro es que se trataba de la joya del disco.”

La canción va de menos a más, comenzando con una memorable y delicada introducción de guitarra que supera los dos minutos, pasando luego a una zona media más eléctrica que desemboca en su impresionante solo de guitarra de un minuto de duración, y cerrando con la parte más cañera, donde Plant sencillamente se sale de todos los registros. Esta es la estructura básica de ocho minutos, la que todos tenemos grabada a fuego en nuestra mente y nuestro corazón, pero obviamente la canción es mucho más.




Led Zeppelin acostumbraban a tocar una versión extendida durante sus actuaciones en vivo, que podía llegar hasta los diez minutos a base de estirar el solo. Para evitar el cambio de instrumento que era necesario en un determinado momento de la canción, Jimmy Page empleaba la icónica guitarra de dos mástiles Gibson EDS-1275, que hoy en día todos relacionamos con este músico.



A colación del solo de guitarra, tocado originalmente con una 1959 Fender Telecaster, se cuenta que Page improvisó tres distintos durante las sesiones de grabación, y que luego era incapaz de decidirse por uno de ellos. Supongo que sería algo así como tener tres hijos y que te preguntaran a cual quieres más. Desconozco cómo serían las alternativas, pero para mí la opción elegida finalmente es perfecta. Andy Johns, ingeniero de sonido durante la toma, explicaba así la situación:



“Recuerdo estar sentado en la sala de control, con Jimmy de pie a mi lado dando pasos que no iban a ningún lado. Podía ver que se estaba volviendo un poco paranoico, y al mismo tiempo yo también. Me giré y le dije: “¡Me estás volviendo paranoico!”. Y el él me respondió: “¡No, tú me estás volviendo paranoico a mí!”. Nos metimos en un estúpido círculo de paranoia.”

Como toda pieza mítica en la historia de la música moderna, ‘Stairway to Heaven’ no ha estado exenta de cierta polémica. La más célebre de todas es la del supuesto mensaje satánico que se descifra en la parte media de la canción, cuando se reproduce el vinilo en sentido inverso. La banda siempre ha negado estas acusaciones, y mi opinión personal tras haber escuchado el polémico fragmento es que se trata de una sencilla estupidez, propia de gente muy aburrida en esta vida.




También se han producido acusaciones de plagio, que relacionan la introducción de guitarra con la instrumental ‘Taurus’ de Spirit, publicada dos años antes. Page era fan del grupo y en verdad se pueden apreciar algunas semejanzas, pero éstas no van más allá de unos pocos segundos y tampoco me parecen excesivas. Por descontado nunca ha habido ningún tipo de denuncia, sólo las típicas discusiones entre aficionados.



La canción ha sido versionada infinidad de veces por artistas de todas las ramas, y necesitaría otro artículo igual de extenso que éste para recoger todos los premios y menciones que se le han concedido. Una composición sencillamente maravillosa, cuya magnitud hace que haya dejado de ser un tema más de un grupo rockero de los 70, para convertirse en una brillante obra que pertenecerá para siempre al ser humano en conjunto. Unas consideraciones finales de Page para terminar:



“‘Stairway to Heaven’ cristaliza la esencia de la banda. Tiene todo lo que somos y muestra lo mejor de nosotros como banda, como una unidad. No hablo de solos ni nada de eso, está todo ahí”.

martes, 8 de marzo de 2011

“Master of Puppets” de Metallica cumple 25 años


Este 3 de marzo, uno de los discos más importantes del heavy metal y obra cumbre de los norteamericanos Metallica, Master of Puppets, su tercera producción de estudio, cumple 25 años. Un cuarto de siglo ya, desde su lanzamiento en 1986. Un álbum clave dentro de la carrera de la agrupación, y que los catapultó al éxito y reconocimiento mundial, y uno de los más influyentes en el heavy metal de todos los tiempos.




El sucesor de Ride the Lightning (1984) fue el último disco que grabara su bajista original Cliff Burton, quien falleció en un accidente en bus en el viaje de Estocolmo a Copenhague, justamente en la gira de promoción del disco, en la cual Ozzy Osbourne los apadrinó, hecho que los ayudó enormemente a ser reconocidos; ello, obviamente, junto a la calidad del disco.



Master of Puppets es considerado por los críticos y los fanáticos como una verdadera obra maestra del thrash metal, que comparte tal sitial con discos como Reign in Blood (1986) de Slayer y Rust in peace (1990) de Megadeth, otros álbumes clásicos y que permanecen firmes y majestuosos frente al paso de los años.



La placa fue grabada entre el 1 de septiembre y el 27 de diciembre de 1985 en Copenhague, Dinamarca, junto al productor Flemming Rasmussen, quien también grabó su anterior disco, y quien luego trabajara con Morbid Angel (Covenant) y Blind Guardian (Imaginations from the Other Side), entre otros.



El disco ha alcanzado seis discos de platino en los Estados Unidos, con cerca de 6 millones de unidades vendidas. El mismo año de su lanzamiento ya había alcanzado el millón de unidades vendidas, logrando posicionarse en el puesto 29 en el Billboard 200, todo un logro considerando la nula promoción en medios de comunicación.



Temas como “Battery”, “Welcome Home”, “Orion” y la homónima “Master of Puppets” se desprenden de este clásico álbum, todos verdaderas joyas del thrash y el heavy metal. “Orion” es considerada como un himno de Cliff Burton, de hecho, fue el tema que se escuchó en el funeral del bajista.



Master of Puppets suena tan fresco y vigente como hace 25 años atrás. Sin duda, un clásico de clásicos, que seguirá influenciando a futuras generaciones. ¡Felices 25 años!



martes, 22 de febrero de 2011

Nuevo directo de Bunbury


El 29 de marzo se pone a la venta “Gran Rex”, el nuevo disco en directo de Enrique Bunbury. Grabado en el teatro Gran Rex de Buenos Aires, los días 3, 4 y 5 de noviembre de 2010, cuenta con producción del propio Bunbury. Las mezclas han sido realizadas en Los ángeles por Ron McMaster, en Capitol Mastering.




La banda de acompañamiento, Los Santos Inocentes, está integrada por Ramón Gacías (batería y percusiones), Robert Castellanos (bajo y coros), Jorge “Rebe” Rebenaque (piano, Hammond, acordeón y cuerdas), Jordi Mena (guitarra eléctrica, guitarra acústica, mandolina, banjo y pedal steel) y Álvaro Suite (guitarra eléctrica, guitarra acústica y coros).



“Gran Rex” estará disponible en triple vinilo y doble CD.



Listado de canciones de “Gran Rex”:



01. ‘Las consecuencias’

02. ‘De todo el mundo’

03. ‘Frente a frente’

04. ‘Los habitantes’

05. ‘Enganchado a ti’

06. ‘El extranjero’

07. ‘Desmejorado’

08. ‘Alicia’

09. ‘El rescate’

10. ‘Hay muy poca gente’

11. ‘Que tengas suertecita’

12. ‘Solo si me perdonas’

13. ‘Sácame de aquí’

14. ‘Sí’

15. ‘Infinito’

16. ‘Apuesta por el rock & roll’

17. ‘Puta desagradecida’

18. ‘El hombre delgado que no flaqueará jamás’

19. ‘El anzuelo’

20. ‘Lady Blue’

21. ‘Canto (El mismo dolor)’

22. ‘200 huesos y un collar de calaveras’

23. ‘Porque las cosas cambian’

24. ‘El viento favor’

La ultima entrevista de Johnny Ramone

Esta entrevista vale su peso en oro. Está realizada en el rancho de Johnny Ramone, en el periodo en el que recibía tratamiento para curar su cáncer. El músico, que sabe que va a morir, tiene poco que perder, y se muestra más sincero que nunca. "Nunca me divertí tocando con los Ramones", revela. Por Charles M. Young


De tamaño moderado y de un rosa al que no puede aplicársele ese mismo adjetivo, el rancho de Johnny Ramone se alza en las colinas de Hollywood protegido por un regimiento de cactus y un jabalí disecado en mitad de un gruñido. Dentro, las paredes, de color verde lima, están repletas de pósters de películas de ciencia ficción de los años treinta, cuarenta y cincuenta. “Las peores películas eran las que tenían los mejores carteles”, dice Johnny apuntando hacia los de La guerra de la bestia colosal y El ataque de los cangrejos gigantes.




Otras habitaciones contienen colecciones menores de carteles de Disney, deportes y recortes y otros objetos relacionados con asesinos en serie. Un cuarto lateral está dedicado por completo a Elvis Presley. El objeto más curioso es una botella de champagne firmada por el señor y la señora Presley, con fecha del 1 de mayo de 1967. “Lisa Marie nació exactamente nueve meses más tarde”, comenta Johnny. “Es buena amiga mía”. No veo ningún recuerdo de los Ramones por ninguna parte.



Estaba allí porque una noche de mayo (cuatro meses antes de que Johnny sucumbiera al cáncer, a los 55 años, el pasado 16 de septiembre rodeado de su mujer y sus amigos, Eddie Vedder, John Frusciante, Vincent Gallo…) me llamó Kirk Hammett, el guitarrista de Metallica. Fue una sorpresa: no conocía a Hammet, y las estrellas del rock casi nunca me llaman por sorpresa.



Me llamó porque tenía un amigo, al que no puso nombre, que estaba muy grave de cáncer. Me imaginaba adónde quería llegar: venía recibiendo este tipo de llamadas desde que escribí en ROLLING STONE un reportaje sobre un joven de Vancouver que, supuestamente, tenía poderes curativos. Le dije a Hammet que lo único que podía hacer era avisar a la familia del chaval de que iban a ponerse en contacto con él. “Pues voy a decirte quién es”, dijo Hammett. “Es Johnny Ramone”.



Fue como una patada en el estómago. Charlamos un rato sobre cuánto nos gustaban los Ramones, cómo lo habían cambiado todo con su primer disco, en 1976, cómo, por fin, habían recibido en los últimos tiempos el reconocimiento que se merecían, y cómo Joey Ramone había muerto de un linfoma hacía un año y Dee Dee de una sobredosis unos meses más tarde. Y ahora esto. Era demasiado horrible. “Nos hicimos amigos por los pósters de las películas de terror”, dijo Hammett sobre su amistad con Johnny. “Son difíciles de conseguir y hay toda una red de coleccionistas”.Le pregunté si creía que el hobby de Johnny tenía algo que ver con sus convicciones políticas. “Digámoslo así”, contesta. “Cualquier persona afín al Partido Republicano a la que le interesen los asesinos en serie… es una combinación explosiva”. Le aseguré a Hammett que avisaría al chaval de Vancouver y le pregunté si creía que Johnny querría hacer una entrevista. Unas semanas más tarde, estaba en su casa.


“Sólo me duele cuando me siento o me levanto”, dice Johnny frunciendo el ceño mientras nos acomodamos en el sofá del salón. Bautizado John Cummings cuando nació en Queens, Nueva York, en 1948 (no en el 51, como dicen las biografías oficiales), su padre era un trabajador de la construcción y su madre, camarera. En 1974 se instaló en su célebre corte de pelo Ramones, que no cambió en 30 años, hasta que tuvo que someterse a su primer periodo de quimioterapia. El pelo volvió a crecerle, pero también el cáncer, así que volvió a quedarse calvo. De todos los Ramones, era el más obsesionado con la imagen de la banda. “La primera vez que se me cayó fue más traumática”, recuerda Johnny. “Pero no tienes elección. Tienes que intentar pasarlo lo mejor posible. A veces te preguntas: ‘¿Merece la pena?’. No lo sé. Me dicen que estoy mejorando. Es cuestión de librarse de todos los efectos secundarios. Pero siempre hay algo. Siempre me siento mal”.




Además de ser el mayor punk de la primera banda punk, John fue también el primer punk formal. Permaneció sobrio y en buen estado de salud durante toda una vida de rock hasta que le diagnosticaron un cáncer de próstata hace seis años. En la escala de virulencia de la enfermedad, que va del uno al diez, él tenía un nueve. A principios del año pasado se le había extendido a los huesos, pulmones y riñón. “Me preocupa que piensen: ‘Oh, vaya, ahí está otra vez ese tío”, comenta sobre el personal del Centro de Próstata Cedars-Sinai, en el que le trataban. “Pero parece que les gusta verme. Siempre les llevo un regalo. Me gusta poder llamarles y decir: ‘Hoy me ha pasado esto. ¿Por qué puede ser?’. Hace un par de semanas les llamé y les dije: ‘Estoy cansado y débil’. Me dijeron que me pasara, me hicieron unos análisis. Estaba tan bajo de todo que me pusieron una transfusión en ese mismo instante. Le dije al médico: ‘Me siento como si me fuera a morir’. Y el médico me contestó: ‘Es que te estás muriendo”.



Pero parecía estar llevándolo bien.“Sí, sí, sí, sí. Sí”, dice inclinándose hacia la izquierda en un ángulo de 45º. “Sólo es este dolor. No tiene sentido. Debería parar. Me han hecho un escáner y ahí abajo no hay nada, así que no entiendo de dónde viene. No me funcionan los analgésicos. Los he probado todos y ninguno va. Y se me confunden las ideas. Odio eso, porque siempre he intentado controlar las situaciones al máximo”.



¿Ha aprendido algo de su enfermedad?

Johnny se queda pensando un buen rato y murmura algo ininteligible. Vuelve a quedarse callado. “No sabría decir si en algún momento lo he pasado bien. Lo único que quería era no hacer nada. Cenar, descansar, no sentir dolor. Éstas son las cosas con las que disfruto ahora. He tenido una buena vida. Me gustaría vivir. Me gustaría sentirme mejor. Pero ha estado muy bien. He hecho un montón de cosas y he dejado huella”.



Johnny llegó a hacer unas cuantas sesiones a distancia, por teléfono, con el chico sanador de Vancouver, pero no funcionó. Como era de esperar, a Johnny nunca le convenció del todo la idea. Pero no se puede culpar a Hammett por querer intentarlo todo para salvar al tipo que actuó en 2.263 conciertos y grabó 14 discos de estudio entre 1976 y 1995, contagiando al mundo de su alegría y llegando a gente que de verdad le necesitaba. Lo único que Johnny quería a cambio era el dinero suficiente para retirarse. Y lo consiguió, llevando bien sus negocios y no derrochando jamás.


El legado de los Ramones está más vivo que nunca. Jóvenes del mundo entero llevan sus camisetas y el documental sobre la banda, End of the Century [estrenado en 2004 en Estados Unidos] compite en taquilla con las grandes superproducciones. La película hace un retrato desolador de la vida dentro de la banda. Después de grabar cuatro discos casi perfectos en los setenta (Ramones, Leave Home, Rocket to Rusi, Road to Ruin), Joey y Johnny llegaron a odiarse.




En parte fue un choque de personalidades, con Joey como el hippy liberal y romántico que siempre llegaba tarde y Johnny como el punk pragmático y conservador que siempre llegaba a su hora. Pero sobre todo tuvo que ver con que Johnny le quitó la novia a Joey y acabó casándose con ella. Linda Danielle ha sido su mujer hasta su muerte.



Estamos charlando cuando aparece Linda, su mujer. “Chuck estaba diciendo que soy muy poco sentimental”, le dice Johnny. Acababa de decirle que no podía creerme que hubiera vendido su guitarra Mosrite, con la que había grabado el 90% de sus discos. “Todos eran así en el grupo”, asegura Linda. “Sin sentimientos. Bueno, tal vez Joey un poco. Ahora ves a algunos grupos que se ponen en círculo para darse ánimos antes de los conciertos. Eso habría sido impensable con Los Ramones”. “No decíamos nada antes de los conciertos”, afirma Johnny. “Nos sentábamos o dábamos vueltas por allí. Cuando llegaba el momento de salir, salíamos y punto”. Los músicos más infelices suelen ser los que hacen la mejor música. “No sé cómo funciona eso de inyectar alegría en una canción independientemente de lo que trate. No lo entiendo. Tengo buenos recuerdos. Debió de ser divertido. Pero no sabía qué era la diversión. Interpretaba las canciones en los conciertos. Me sentía bien si salía de la forma en que se suponía que tenía que salir. Si no lo hacíamos bien, me preocupaba. Sabía que algunos de los discos no eran muy buenos y a mí eso me parecía una enfermedad. ¿Me lo pasaba bien en los conciertos de los primeros tiempos? No creo. No sabía cuándo era divertido. Y después, en la última gira, me preguntaba: ‘¿Pero qué pasa? ¿Que todos van a echarnos de menos?’. Pensaba que nos iban a olvidar. ¿Me divertí entonces? No sabría decirlo”.



Si nunca fue divertido, ¿cómo supo Johnny cuándo era hora de parar?


“Quería que llegáramos a los veinte años. Un disco más… una gira más. Me daba la sensación de que ya no éramos tan buenos como antes. Un día estábamos discutiendo en la oficina Joey, yo y nuestros mánagers, y me quejé de que Joey amenazaba con dejar el grupo cada vez que teníamos puntos de vista distintos. Joey dijo que él no hacía eso. Entonces alguien dijo que deberíamos despedir al publicista porque sólo hablaba con Joey y él dijo que, si echábamos al publicista, se iba. Y entonces dije. ‘¿Sabes qué? Lo dejo. Un disco más, una gira y, cuando acabemos con eso, me voy. No voy a cambiar de idea. Esa lealtad tuya al publicista ha sido la gota que ha colmado el vaso’. Se estaba acabando de todas formas, pero eso le puso punto final”.



¿Fue la cuestión de la novia el mayor problema entre los dos?

“No, no nos llevábamos bien de todas formas. No ayudó, pero nunca nos pusimos de acuerdo en nada. No sé. Éramos diferentes. Él siempre tenía problemas de salud, no sólo el linfoma de los últimos tiempos. Tenía esa enfermedad que hace que no pares de tocar las cosas”.



¿Era obsesivo compulsivo?

“Sí. Y tenía infecciones continuas en los pies. Si cada vez que debes empezar a grabar un disco te pones enfermo, está claro que tienes algún problema mental. Y sus ideas no eran prácticas. Se le ocurrían cosas que nos hacían perder dinero”.



¿Volvió a ver a Joey después de la separación?

“En dos firmas de discos. Eso fue todo. Nos enteramos de que estaba enfermo justo antes del Lollapalooza [festival de música itinerante en el que Los Ramones actuaron en 1996]. Así que le dije: ‘¿Qué tal estás, Joey?’. Me dijo: ‘Muy bien. ¿Por qué? ¿Para qué lo preguntas?’. Así que no me molesté en decir nada más. Cada vez que intentaba decirle algo, me daba cuenta de que no tenía solución”.



¿Estuvo en el funeral de Joey?

“No, estaba en California. No iba a ir hasta Nueva York, pero no hubiera ido de todas formas. No habría querido que él viniera a mi funeral y tampoco habría querido saber de él si me estuviera muriendo. Sólo querría ver a mis amigos. Que me dejaran morir tranquilo”.



Pero habíais hecho grandes cosas juntos…

“Trabajábamos juntos. Eso no significa que tuviera que gustarme”.



Pero, poco después de la muerte de Joey y meses antes de la de Dee Dee, les propusieron a Los Ramones actuar con otro cantante en el lugar de Joey. “Les dije: ‘De ninguna manera. Vednos como éramos o no nos veáis. Id a comprar el dvd. Nunca tocaría sin Joey. Era nuestro cantante”.





Johnny Ramone nació el 8 de octubre de 1948 y falleció, víctima del cáncer, el 15 de septiembre de 2004, a los 55 años.








Si nunca fue divertido, ¿cómo supo Johnny cuándo era hora de parar?


“Quería que llegáramos a los veinte años. Un disco más… una gira más. Me daba la sensación de que ya no éramos tan buenos como antes. Un día estábamos discutiendo en la oficina Joey, yo y nuestros mánagers, y me quejé de que Joey amenazaba con dejar el grupo cada vez que teníamos puntos de vista distintos. Joey dijo que él no hacía eso. Entonces alguien dijo que deberíamos despedir al publicista porque sólo hablaba con Joey y él dijo que, si echábamos al publicista, se iba. Y entonces dije. ‘¿Sabes qué? Lo dejo. Un disco más, una gira y, cuando acabemos con eso, me voy. No voy a cambiar de idea. Esa lealtad tuya al publicista ha sido la gota que ha colmado el vaso’. Se estaba acabando de todas formas, pero eso le puso punto final”.



¿Fue la cuestión de la novia el mayor problema entre los dos?

“No, no nos llevábamos bien de todas formas. No ayudó, pero nunca nos pusimos de acuerdo en nada. No sé. Éramos diferentes. Él siempre tenía problemas de salud, no sólo el linfoma de los últimos tiempos. Tenía esa enfermedad que hace que no pares de tocar las cosas”.



¿Era obsesivo compulsivo?

“Sí. Y tenía infecciones continuas en los pies. Si cada vez que debes empezar a grabar un disco te pones enfermo, está claro que tienes algún problema mental. Y sus ideas no eran prácticas. Se le ocurrían cosas que nos hacían perder dinero”.



¿Volvió a ver a Joey después de la separación?


“En dos firmas de discos. Eso fue todo. Nos enteramos de que estaba enfermo justo antes del Lollapalooza [festival de música itinerante en el que Los Ramones actuaron en 1996]. Así que le dije: ‘¿Qué tal estás, Joey?’. Me dijo: ‘Muy bien. ¿Por qué? ¿Para qué lo preguntas?’. Así que no me molesté en decir nada más. Cada vez que intentaba decirle algo, me daba cuenta de que no tenía solución”.



¿Estuvo en el funeral de Joey?

“No, estaba en California. No iba a ir hasta Nueva York, pero no hubiera ido de todas formas. No habría querido que él viniera a mi funeral y tampoco habría querido saber de él si me estuviera muriendo. Sólo querría ver a mis amigos. Que me dejaran morir tranquilo”.



Pero habíais hecho grandes cosas juntos…

“Trabajábamos juntos. Eso no significa que tuviera que gustarme”.



Pero, poco después de la muerte de Joey y meses antes de la de Dee Dee, les propusieron a Los Ramones actuar con otro cantante en el lugar de Joey. “Les dije: ‘De ninguna manera. Vednos como éramos o no nos veáis. Id a comprar el dvd. Nunca tocaría sin Joey. Era nuestro cantante”.





Johnny Ramone nació el 8 de octubre de 1948 y falleció, víctima del cáncer, el 15 de septiembre de 2004, a los 55 años.

miércoles, 19 de enero de 2011

Wilco actuará en España en otoño

falta de confirmación oficial, haremos caso a la información publicada por la agencia de contratación Música es Amor -que organizó la última gira por España en solitario del líder de Wilco, Jeff Tweddy-, quien dice en su web que están cerrando conciertos para la banda americana entre el 26 de octubre y el 1 de noviembre de este 2011.




Las fechas que se han filtrado en diversos medios de comunicación serían tres (siempre en condicional y a la espera de confirmación absoluta), aunque también se habla de al menos una actuación más aún sin concretar, que sería en A Coruña, siempre en esos días:



27 octubre - Razzmatazz - Barcelona

29 octubre - Kursaal - San Sebastián

01 noviembre - La Riviera - Madrid



martes, 11 de enero de 2011

Muertes absurdas de esta decada

2001: Gregory Biggs, un estadounidense sin hogar de Fort Worth, Texas, fue atropellado por un automóvil conducido por Jawan Chante Mallard, quien había estado bebiendo y tomando drogas esa noche. El torso de Biggs quedo empotrado en el parabrisas, sufriendo graves lesiones. Mallard se dirigió a su casa y dejó el coche en el garaje con Biggs todavía empotrado en el parabrisas. Ella bajo varias veces al garaje para visitar a Biggs e incluso se disculpó por atropellarle. Biggs murió a causa de las heridas varias horas después. Chante Mallard fue juzgada y condenada por asesinato, siendo sentenciada a una pena de prisión de 50 años.




2002: Brittanie Cecil, una chica estadounidense de 13 años de edad, murió mientras veía un partido de hockey sobre hielo de la NHL. En el transcurso de un encuentro celebrado en el pabellón Nationwide Arena de Columbus, Ohio, fue golpeada en la cabeza por la pastilla, lanzada al aire por un disparo del jugador Espen Knutsen. Murió dos días después en el hospital.



2003: Brian Douglas Wells, un repartidor de pizzas de Erie, Pensilvania, fue asesinado mediante una bomba con temporizador sujeta a su cuello. Fue detenido por la policía después de robar un banco, y afirmó que había sido forzado a hacerlo por tres personas que habían puesto la bomba alrededor de su cuello y que afirmaron que la activarían si se negaba a colaborar. La bomba explotó posteriormente, acabando con su vida.



2003: El cirujano Hitoshi Nikaidoh Christopher fue decapitado mientras trataba de subir a un ascensor en el Hospital Christus St. Joseph de Houston, EEUU. Según un testigo que se encontraba en el interior del ascensor, las puertas de este se cerraron cuando Nikaidoh entraba, atrapando su cabeza en el interior del habitáculo cuando el resto de su cuerpo aún se encontraba fuera. Su cuerpo fue encontrado más tarde en el fondo del hueco del ascensor mientras que la parte superior de la cabeza, cortada justo por encima de la mandíbula inferior, fue encontrada dentro del habitáculo.



2004: Una mujer taiwanesa no identificada murió por intoxicación de alcohol después de permanecer durante 12 horas en una bañera llena de etanol al 40% de concentración. Cuando fue encontrada, su tasa de alcohol en sangre era del 1,35%. Se cree que se baño en etanol para evitar contagiarse de una epidemia de neumonia que se extendía por Asia en aquellos momentos (síndrome respiratorio agudo severo).



2005: Lee Seung Seop, un ciudadano de Corea del Sur de 28 años de edad, se desplomó en un cibercafé a causa de la fatiga y murió posteriormente. Había estado jugando al StarCraft en línea durante casi 50 horas consecutivas.



2005: Kenneth Pinyan, un estadounidense de 45 de edad, murió de peritonitis aguda a causa de las lesiones sufridas al dejarse sodomizar por un caballo. Ver nota.


2006: Aleksandr Valtérovich Litvinenko fue un teniente coronel de la KGB que murió tras ser envenenado con polonio-210 radiactivo. Ese mismo año había obtenido la nacionalidad británica tras alegar ser perseguido en su país. Investigaba la muerte de la periodista Anna Politkóvskaya junto con otros casos de asesinatos y torturas en Chechenia cuando el espía ruso Andréi Lugovói lo enveneno durante unos encuentros que mantuvieron en Londres.




2007: Kevin Whitrick, un ciudadano británico de 42 años de edad, se suicido en su casa colgándose de una cuerda en el transcurso de una sesión de chat con videocamaras. Estaba, junto con otros 60 usuarios, en una sala de chat dedicada a los insultos y las disputas. Aviso de sus intenciones sin que nadie le creyera, tras lo cual procedió a ahorcarse a la vista de los demás usuarios.


2007: Jennifer Strange, una mujer estadounidense de 28 años de edad, murió por intoxicación de agua al tratar de ganar una consola Nintendo Wii en un concurso. El concurso, titulado “Aguanta tu Pipi por una Wii”, fue organizado por la cadena de radio KDND y consistía en beber grandes cantidades de agua sin orinar.



2008: Adelir Antonio, un sacerdote católico brasileño de 51 años de edad, murió tratando de establecer un récord mundial de vuelo en globos agrupados. El sacerdote fue arrastrado por los globos hacia el mar abierto y cuando llamó por teléfono para pedir ayuda, los rescatadores no pudieron determinar su ubicación ya que este no sabía cómo utilizar su GPS.



2008: Nordin Montong, un portero del zoológico de Singapur de 32 años de edad, se suicidó metiéndose en el recinto de los tigres blancos para después provocarlos con una escoba y un cubo. Tres de los tigres se abalanzaron sobre él, causándole la muerte.



2008: Gerald Mellin, un hombre de negocios residente en Swansea, Reino Unido, se suicidó atando un extremo de una cuerda alrededor de su cuello y el otro extremo a un árbol. Después se monto en su Aston Martin DB7 y condujo a gran velocidad por una transitada vía hasta que la cuerda lo decapitó. Supuestamente, lo hizo porque su ex lo había dejado.




2008: James Mason, de 73 años y residente en Ohio, EEUU, murió de insuficiencia cardíaca después de que su esposa le obligara a nadar hasta la extenuación en una piscina pública. Christine Newton-John, de 41 años, fue vista en un vídeo grabado por las cámaras de seguridad empujando a Mason dentro de la piscina e impidiéndole salir del agua hasta 43 veces seguidas.


2008: Isaías Otieno, un keniano de 23 años que estudiaba en Cranbrook, Canadá, murió cuando un helicóptero Bell 206 se estrelló, cayendo encima suya mientras caminaba por una calle residencial. En el 2010, Robert Gary Jones, de 38 años, hacia ejercicio corriendo en una playa de Carolina del Sur mientras escuchaba música con su iPod. Fue golpeado por detrás por una avioneta que realizaba un aterrizaje de emergencia, muriendo allí mismo.




2009: Kim Sa-rang, una niña coreana de 3 meses de edad, murió por desnutrición debido a la desatención de sus padres, los cuales se pasaban la mayor parte del día en un cibercafé, criando a un niño virtual dentro del juego Prius Online.



2009: Vladimir Likhonos, un estudiante ucraniano del Instituto Politécnico de Kiev, murió después de mojar accidentalmente un trozo de chicle en un frasco que contenía una substancia explosiva, la cual estaba utilizando en casa para un proyecto. Confundió el frasco de explosivos con otro frasco que contenía ácido cítrico, donde solía mojar el chicle para darle sabor. Al mascar el chicle impregnado de explosivo, se produjo una explosión que le destrozo la mandíbula.


2009: Jonathan Campos, un marino estadounidense acusado de asesinato, se suicidó en su celda de Camp Pendleton, San Diego, EEUU, rellenándose la boca con papel higiénico hasta morir asfixiado.




2009: El ruso Sergey Tuganov, de 28 años de edad, aposto con dos mujeres que era capaz de tener sexo con ellas ininterrumpidamente durante doce horas. Varios minutos después de ganar la apuesta, sufrió un ataque al corazón y murió. Al parecer, el ataque cardíaco se produjo por haber ingerido una botella entera de Viagra para conseguir aguantar la maratoniana sesión de sexo. Ver nota.



2010: El ruso Vladimir Ladyzhensky murió durante la celebración del Campeonato del Mundo de Sauna, celebrado en una localidad de Finlandia, después de pasar seis minutos en una sauna que había sido calentada hasta los 110 grados centigrados. Ver nota.



2010: Jacqueline Kotarac, de 49 años y médico interna de Bakersfield, California, fue encontrada muerta dentro de la chimenea de la casa de su novio. Había intentado entrar en la casa a través de la chimenea y murió asfixiada. Encontraron su cuerpo allí después de que un cuidador de la casa notara un olor desagradable y unos líquidos que caían desde la chimenea.



2010: Delvonte Tisdale, de 16 años y cadete de una escuela de las Fuerzas Aéreas de los EEUU en Carolina del Norte, fue encontrado tirado y mutilado en el césped de una casa en Milton, Massachusetts. Más tarde se determinó que el adolescente se había escondido en la rueda de un avión comercial que despegó desde Charlotte, Carolina del Norte, y cayó al suelo desde más de 500 metros de altura cuando el avión bajo el tren de aterrizaje para tomar tierra en el aeropuerto Logan de Boston.



2010: Un cocinero chino de 59 años de edad murió en un hospital de la ciudad de Zigong, China, después de que una anguila introducida en su recto le mordiera los intestinos, causándole lesiones que resultaron fatales. Sus amigos habían aprovechado que el cocinero dormía profundamente tras una borrachera para meterle el animal en el recto como parte de una broma. Ver nota.



2010: Sharron Dorsey, de 44 años y residente en Milwaukee, EEUU, murió merecidamente asfixiada a manos de su compañero sentimental, Garron Lewis, después de que este la estrangulara con un cinturón, ofuscado porque ella contesto una llamada del móvil mientras mantenían relaciones sexuales.